En Aquí Somos Todos nos conmovimos con la bonita historia de Marcela Henríquez, o más conocida como la Doctora Desahogos, una médico cirujano que atiende gratis a sus pacientes a cambio de una pequeña cooperación para ayudar a familias vulnerables.

La solidaridad de algunas personas no deja de sorprendernos y cada cierto tiempo nos encontramos con casos dignos de ser expuestos como ejemplos a seguir. Uno de ellos es el de Marcela Henríquez o también llamada Doctora Desahogos, cuya historia es emocionante porque involucra mucho esfuerzo, superación y ganas de ayudar al otro.

Hace 7 años a Marcela le diagnosticaron Parkinson, enfermedad que la llevó a pensionarse por invalidez total, porque sus manos no la acompañaban para su trabajo como cirujana. Fue en ese momento en que decidió darle un giro a su vida y, en un espacio de su casa, abrió una consulta para sus pacientes con atención gratuita, donde sólo se debe llevar una cooperación en alimentos para entregarlas en campamentos, ollas comunes o quien lo necesite..

“Yo feliz de hacerlo, hoy día me llena el alma realizarlo”, señala Marcela. Fue tanto su interés por ayudar, que creó la “Fundación Compartir, Entregar y Recibir”, para visibilizar su labor e incentivar a otros colegas.

“Muchos colegas se han unido y me que han querido ayudar en lo que estoy haciendo. Pero hoy día ya no solamente es ayuda social y ayuda médica, sino que también la fundación quiere abarcar el tema de la educación, que creo que es fundamental para que podamos crecer como sociedad”, aseguró Marcela.

¿Por qué le dicen la Doctora Desahogo?

Respecto a los motivos por los que ha sido apodada como la Doctora Desahogo, Marcela señaló que todo se debió a cuando trabajó en el sistema público luego de egresar de la universidad: “Ahí me tocó ver en primera fila y escuchar los reclamos de los pacientes sobre la mala atención de los médicos y los profesionales de la salud”, comenzó diciendo la profesional, sin embargo para ella esas críticas eran un tanto injustas. "La verdad es que muchas veces no somos nosotros los responsables, sino que es el sistema que no da a basto a la alta demanda de los pacientes”, afirmó.

Fue ahí cuando decidió explicarle esta situación a los pacientes de una manera muy creativa: “Entonces escribí una carta como de desahogo, y ahí me desahogué. Escribí desde el otro lado, de mi versión, para que los pacientes conociera el otro lado, y después de eso escribí un rap del desahogo y quedó como seudónimo para lo que hago ahora”, manifestó.

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