En este capítulo de El Sultán Mahidevran goza con la llegada de Mihrimah, porque sabe lo mucho que Hurrem deseaba tener otro niño.

En su cara se burla de ella y le saca en cara sus dichos pasados, donde aseguraba que solo tendría varones. Contrario a la respuesta que esperaba, Hurrem se defiende y presume que el Sultán ahora solo tiene ojos para ella.

A pesar de que trata de mostrarse fuerte, Hurrem siente preocupación por el gran poder que ha logrado adquirir nuevamente Mahidevran. Por esto mismo, le recomiendan que cambie su actitud y comience a ser más cercana con las concubinas.

Siguiendo el plan, Hurrem comienza a ser mucho más cordial con las concubinas, de hecho, les hace llegar un cofre repleto de regalos muy sofisticados. Además, crea un espacio para la diversión con la intención de ganarse el cariño de las concubinas.

Victoria tiene un cómplice dentro del Palacio y Firial junto con Sumbul logran percatarse a tiempo. Sumbul se hace cargo y decide hacer como que nada pasó, sin embargo, Firial es mucho más severa con ella.

El Sultán vuelve victorioso de su batalla y se reencuentra con su familia que lo esperaba con ansias. En su regreso, el Sultán se entera de que Hurrem dio a luz a una niña. En su reencuentro, la mujer le pide disculpas a Suleimán por haberlo defraudado, pero él le da a entender que todo sigue igual que siempre y que él continúa enamorado de ella.

Con amor, el Sultán toma entre sus brazos a la pequeña Mihrimah, dejándole en claro a Hurrem que para él las niñas y los niños son iguales. Hurrem se tranquiliza al escuchar al Sultán decir que su pequeña recibirá la misma atención y amor que el resto de sus hijos.

Ibrahim se entera de la enfermedad del prometido de Hatice y una parte de él se contenta al ver que es de gravedad. Por esto mismo, manda a llamar a Hatice para que tengan un encuentro secreto. Mientras ambos tienen un romántico último encuentro, el Sultán descubre parte de la verdad.

Vuelve a revivir este capítulo de El Sultán.

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